Mudarse a otro país: una de las decisiones más importantes en la vida
“Mujer soltera busca”. Ante esa frase casi todos tenemos las mismas imágenes: Mujeres solteras, lugares exóticos, en un estado de glamour permanente, viviendo una vida excitante. Esas imágenes producto de años de bombardeo de los medios con escenas de mujeres jóvenes, solteras, profesionales con el mundo a sus pies, las hace sentir que se están perdiendo de algo. Nuevas necesidades germinan, se instala la necesidad de cambio y lo primero que surge es la idea de buscar oportunidades laborales en el extranjero.
Ya lo decía Einstein: “No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo”. En todos los aspectos la vorágine de los avances tecnológicos lo ha cambiado todo. Los paradigmas no son los mismos. Las relaciones afectivas, filiales, laborales y financieras son diferentes. Por lo que los aspectos del mundo empresarial y las expatriaciones no son una excepción.
En los últimos 10 años, las grandes empresas han pasado de considerar la práctica de ofrecer nuevas perspectivas a sus jóvenes trabajadores en el extranjero. Asimismo, las crisis económicas que afectan a las economías hacen que los ojos se den vuelta hacia zonas más prosperas del planeta. En esa perspectiva que muchas mujeres solteras, aburridas y atrapadas en vidas que consideran sin muchos matices y lejanas a las imágenes glamorosas de los medios, deciden salir a “probar suerte” a otros países.
De esta manera, los procesos de expatriación se han convertido en una opción que no se puede rechazar. Sin embargo, el orden tecnológico mundial ha hecho que el perfil del expatriado cambie, hoy es el turno de los solteros.
¿Pero qué pasa con las solteras? ¿Aquellas mujeres que nuestras abuelas llamarían “modernas” porque su prioridad ya no es el matrimonio o los hijos y quieren salir a conocer el mundo? Según un informe de la ONG “Global Thinking” de 2013, el 8% de los expatriados son mujeres solteras. Aunque sigue siendo un número bajo, es casi 8 veces más que hace 10 años atrás.
Las mujeres solteras se aventuran cada vez más en aceptar un trabajo en el extranjero cuando sus ingresos son bajos, están recién graduadas y sus países no representan grandes desafíos. Lo ven como una salida para cumplir con sus “sueños” de independencia personal, social y financiera antes de asumir decisiones más permanentes como un matrimonio o bien definitivas como lo que es convertirse en madre.
Pero cuales son los primeros desafíos a que se enfrentan estas profesionales una vez tomada la decisión de empezar con la aventura de trabajar fuera de su país de origen. La verdad son varios: En primer lugar, la opinión familiar, el destino, la labor a desarrollar y la compensación económica que se recibirá por su labor, son elementos básicos a considerar.
Una vez soslayadas esas preguntas y obtenida una respuesta aceptable y con la visión más bien romántica de conquistar su espacio en el mundo, la respuesta al anuncio de “mujer soltera busca” puede llenare con una maleta llena de ilusiones y aventuras.
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